miércoles, 30 de abril de 2008

Recuerdos de la niñez


Hoy por no dejar pasar este "Día del niño" como si nada, estuve recordando anécdotas de mi niñez. Una que no puedo olvidar es la vez que un niño (Edgar se llamaba, creo) me dijo que era muy bonita por medio de un amiguito suyo y yo nada más le di la espalda y me fui, ¿qué otra cosa podía hacer a los nueve años?

En fin, como cosa del karma no muchos años después, aunque quizá no era tan niña, sufrí mi primer decepción amorosa y el resultado fue este mi primer "poema" en español (antes hice uno en inglés, pero no me acuerdo que decía y perdí el escrito). Lo transcribo tal cuál lo encontré en mi libreta de notas de la secundaria y como podrán notar, sigo escribiendo igual que cuando tenía doce años, ¡Viva la niñez!


Tan solo un día más


Es tan solo un día más
¿Porqué me tengo que despertar?
La vida pasa tan rápido,
la muerte llega sin avisar,
es tan solo un día más,
ya nada puede importar.

Ayer tomé una decisión
no necesito pensarlo mejor,
el tiempo se acaba y no hay
nada que perder,
no puede pasar algo peor.

Hoy tomaré ese tren,
el tren a la eternidad,
sin embargo, siento miedo,
las maletas tengo que empacar
y si despierto menos me voy a tardar.

No sé, quizá lo que pienso está mal, pero,
¿Qué es lo que puede pasar?
¿Acaso me vas a extrañar?
No lo sé, pero allá yo te voy a olvidar,
en mi destino final.

Mis ojos he abierto,
el tiempo ha llegado,
empaco mi vida,
me pongo zapatos.

Camino en silencio hacia la estación,
mi mente repite una triste canción.

Te pienso y recuerdo
cuanto yo te quiero,
nunca te lo dije
pero lo sabías,
tus ojos me veían como yo lo hacía.

Y sin embargo te marchaste,
indiferente te alejaste,
tú me rompiste el corazón
y me hiciste perder así la razón.

Tan sólo un día más
y yo ya me voy a marchar,
es hora del tren abordar,
no pensaré en ti ya jamás.



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