sábado, 28 de enero de 2012

Hoy me dieron ganas de escribir

Pero no estoy inspirada. Es decir, afuera llueve. Y hace frío. Y estoy escuchando la música que de niña me hacía querer llorar, pero no lloraba, aquella con la que soñaba con el amor. Además he tenido unos días terribles; la semana pasada estuvo cargadísima de trabajo y me desvele por años, en serio, por años, y eso que sólo fue una semana. Hoy quisiera relajarme, y en verdad quiero escribir, quisiera sentir mis dedos recorrer las teclas, o una pluma entre mis dedos, quisiera sentir veloces mis pensamientos volcarse hacia mis manos y escribir. Pero tampoco tengo nada interesante que decir. Es extraño, es curioso, sentir este deseo, ¿por qué habría de tenerlo, si en realidad no tengo nada que decir? He descubierto que mi vida está vacía de toda experiencia.

sábado, 14 de enero de 2012

Deseo de una muerte vertical

Deseo de una muerte vertical
de Ícaro chocando contra
el pavimento en la ciudad
escuchar los rugidos
de las bestias de metal
que avanzan veloces
bajo el puente peatonal.

Eco sonoro, paso a desnivel,
el vértigo que invita cual
peligrosa sirena maldita...
¿Cómo evitar este sueño suicida?

Para lograr la inmortalidad
hay que vencer la mortalidad...

Abrir las alas sin alas,
dilatar las pupilas,
palpitar la sangre,
dejarla correr.

Respirar profundo.
Dejar de respirar.
Volar...

jueves, 12 de enero de 2012

Espero la frontera

Desde mi adolescencia creo, yo anhelaba la frontera.
Los límites me atraen. No cruzarlos.
Estar parada ahí en medio de la nada.
Adivinar.
Soñar.
Imaginar.
Mirar.
Cerrar los ojos.
Eso es lo propio de la frontera.