lunes, 18 de febrero de 2008
Sabes que fuí toda tuya, pero ahora todo cambio
... En tus labios la mentira, en los míos, una sonrisa fingida,
¿Hasta cuando creíste que aguantaría?
(Mi máscara pesaba tanto, como su cuerpo sobre tu cuerpo excitado)
Pero arráncame ahora una nueva sonrisa,
la sonrisa de aquel que ya es inmune al dolor:
¡Me he transformado en un dios!
No, en una diosa no.
Antes lo fuí entre tus labios, entre tus piernas, entre tus brazos,
pero desde ahora no.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Wowww!!!
me gustó la verdad...
me gusta cuando una mujer toma esa actitud...
me gustó la mujer de tu escrito.
justo algo así necesitaba leer en estos momentos...
Publicar un comentario