A la gente cobarde.
A la gente que miente.
A los que se aprovechan de la inocencia de los niños ( y de los no tan niños).
A la gente inmadura.
A los que fácilmente se dejan influenciar por otros.
A todos aquellos que no cumplen con sus promesas.
A los que no dan la cara cuando se han equivocado.
A los orgullosos.
A la gente estúpida.
Me odio a mi misma cuando me llego a identificar con la gente a la que odio.
Hoy mi odio es inmenso. No tengo un odio: Tengo muchos odios repartidos en la sangre.
Afortunadamente mis odios hoy no son conmigo.
1 comentario:
Dios!! tantas cosas que odiar...
yo me limito a odiar a la gente estúpida, y obviamente me odio cuando ando estúpido o cometo estupideces...
es bueno odiar... es de esas cosas que nos hacen enterarnos de lo que amamos...
Abrazos!!
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